Generalmente los estudiantes llevan sólo alimentos de su
gusto al colegio, más allá de los aportes nutricionales que puedan o no
aportar. Ese es el diagnóstico de Ximena Inostroza, nutricionista de la Clínica
Santa María, por lo que considera fundamental que los padres se preocupen y
ocupen.
La colación es fundamental para los niños, ya que les
proporciona energía y los ayuda a mantenerse atentos en clases, pero siempre y
cuando esta comida sea sana. Por ello, en el inicio de un nuevo año escolar, ella
propone aprovechar para instalar nuevos hábitos en los menores.
Una colación adecuada debe proporcionar 150 calorías a los
pre escolares, 200 calorías a los alumnos de enseñanza básica y 250 a los estudiantes de
educación media.
Una colación no saludable se entiende como cualquier alimento
cuya cantidad exceda en forma importante el requerimiento diario de calorías,
favoreciendo el desarrollo del sobrepeso y la obesidad. “Evitar los snack, ya
que estos tienen un alto contenido en grasas y sodio”, enfatizó.
RECOMENDADOS
Los alimentos recomendados por la profesional son frutas
frescas, jugos naturales, frutas desecadas o deshidratadas (pasas, ciruelas),
semillas (almendras, nueces), sándwiches en base de pan integral con agregados
como palta, jamón, quesillo o ricota.
“Los más pequeños pueden consumir fruta picada y lácteos. Los
frutos secos como nueces y almendras se recomiendan a partir de los cinco años.
Estas son recomendaciones generales, cada niño tiene una historia clínica
particular y reaccionan de distinta forma al consumo de algunos alimentos”,
detalló.
En caso de que los niños tengan preferencia por lo dulce, se
puede optar por repostería preparada en casa como queques y/o galletas caseras
cuyas recetas pueden contener aceite, azúcar rubia, avena y/o zanahoria. De
este modo, explicó la nutricionista, se logrará una preparación rica y
saludable libre de grasas trans, baja en sodio.

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